domingo, 9 de octubre de 2011

El Regionalismo Sevillano.

El regionalismo es un estilo arquitectónico que se desarrolla como consecuencia de la búsqueda de un estilo vernáculo, y que aparece en España a principios del siglo XX. En el gran debate profesional que se produjo sobre nacionalismo-regionalismo en 1915 se discutió principalmente la necesidad de practicar una arquitectura nacional, patriótica y autóctona. La celebración del siguiente congreso en Sevilla no hizo mas que poner patente el interés de la profesión por esta nueva corriente.


En este un momento difícil a nivel nacional, el comienzo de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de la Vanguardia, traen consigo el deseo de recuperar una cierta calma, de volver al orden, y también de posar los ojos de la arquitectura más genuinamente española. De aquí a empezar a valorar la arquitectura regional solo iba un paso. Entre los focos más destacados del Regionalismo sobresalen Cataluña, la zona del Cantábrico y Sevilla. Los dos primeros se inspiran más claramente en construcciones de carácter popular y campestre. El foco sevillano, aunque toma algunas influencias del cortijo andaluz, tiende a utilizar fórmulas extraídas del período musulmán, del estilo mudéjar, o del plateresco más ornamental, y posee un carácter más urbano.

A Sevilla se le ha considerado, la principal influencia del Regionalismo del Sur. El movimiento se inicia tempranamente, y es ya detectable como estilo en 1910. Su surgimiento viene determinado sobre todo por la organización de una Exposición, que comanda la ciudad del Betis, y que desde 1911 hasta 1922 se denominó Hispanoamericana.

El fomento de este tipo de arquitectura lo marca el anuncio del “el concurso de fachadas de casas de estilo sevillano” convocado en 1912 y que propugnaba una arquitectura emblemática. Se trata en la mayoría de los casos, de soluciones decorativas, utilizadas en fachada, y que se aplican porque está de moda.

La figura capital de este movimiento fue el arquitecto sevillano Aníbal González Álvarez –Ossorio (1876-1929. Muy admirado en su época, se mostró claramente inclinado hacia el Regionalismo en sus primeros años.

Visto esto, parece oportuno advertir que en estos años el regionalismo en nuestra región no tuvo carácter regional, al no indagar en las variedades arquitectónicas más típicas de nuestra tierra, por lo que se considera que la presencia de este estilo se debe a un momento en que Sevilla estaba de moda. Por ello, debería hablarse más bien de un cierto “sevillanismo” antes que de un “regionalismo”, ya que como Villar Movellán ha señalado en la mayoría de los casos, no son ejemplos que muestren  una tendencia clara tomada de la cuidad, sino de monumentos históricos de muy diversas épocas y ciudades. De hecho, casi habría que hablar de un cierto eclecticismo tardío, de rasgos sevillanos.